Borges, Edgar Allan Poe y Sherlock Holmes

Consigna: Leer "El cuento policial", de Borges, hacer una nota de lectura que atienda especialmente al tipo de lector que crea el cuento policial (en qué se identifican con el mismo), qué aportaron el género y Poe al desarrollo de la literatura, según Borges.

Análisis de "El cuento policial" de Jorge Luis Borges 

En este texto, Borges construye al lector del cuento de ficción policial. Le da carácter de ser "universal" ("...se encuentra en todos los países del mundo y se cuenta por millones...").
El lector de las ficciones policiales, dice Borges, lee con incredulidad. Estará lleno de sospechas así esté leyendo "El Quijote". Leerá cualquier cosa con una suspicacia especial. 
Le adjudica la creación de éste tipo de lectores al escritor estadounidense Edgar Allan Poe, ya que él creó el relato policial. 
Para Borges, Poe es "...un extraordinario poeta romántico y fue más extraordinario en el conjunto de su obra, en nuestra memoria de su obra, que en una de las páginas de su obra. Es más extraordinario en prosa que en verso...".
La literatura, dice Borges, no sería lo que es sin Edgar Allan Poe, de quien deriva el simbolismo de Baudelaire. 
De Poe derivan dos hechos afines:

1. La idea de la literatura como un hecho intelectual (una operación de la mente y no del espíritu)
2. El relato policial (inspiró a grandes escritores)

Borges halla la unión entre estos dos hechos en una tradición del cuento policial: el hecho de un misterio descubierto por la inteligencia, por una operación intelectual. También genera la aparición de un personaje que, en compañía de un amigo, es el primer detective de la historia de la literatura (tiempo después tomado por Arthur Conan Doyle para crear al famoso detective Sherlock Holmes y a su compañero Watson).

Al escribir historias policiales, Poe no buscaba una historia realista, sino que buscaba escribir un género intelectual. Un género fantástico de la inteligencia, no sólo de la imaginación. Los crímenes eran descubiertos y analizados por un razonador abstracto y no por delaciones o por descuidos de los criminales. 

Sin dudas, Borges muestra una gran admiración por la herencia de Poe y se considera a él mismo un lector de ficciones policiales.