Sobre "Un día cualquiera", de Hebe Uhart, por Carlos Pardo.
Carlos Pardo realiza una reseña del libro "Un día
cualquiera" de la autora Hebe Uhart, con motivo de que ella ha publicado
una nueva obra recientemente. Esto me resulta llamativo: el crítico no está
reseñando una obra nueva o reciente.
Pardo comienza su reseña como Daniel Link lo augura en
"La reseña del género discursivo":
presentando los datos completos de la autora y la edición. Inclusive
hasta nos dice cuanto tendremos que pagar para leer la obra.
El autor de la reseña demuestra cumplir con las cuatro
condiciones (información, análisis, interpretación y evaluación) que hacen a la
reseña, tal como lo explica Javier Porta Fouz en la nota "Críticos de
cine" y, principalmente, nos demuestra tener mucha información sobre la
autora y sus obras previas: sabe dónde nació, datos sobre su infancia y conoce
las declaraciones que ha dado recientemente.
Pardo se refiere a Uhart como "una de las mejores escritoras de nuestro idioma", por lo que intuyo que no se trata tanto de una reseña que busca "vendernos" un libro, sino más bien un crítico que busca que entendamos la narrativa de la autora y nos amiguemos con ella.
Sobre "Los Lemmings y otros", de Fabián Casas, por Sandro Barella.
Al igual que en la reseña anterior, el trabajo de Barella
comienza exponiendo datos tanto del autor como de la editorial y la edición en
cuestión. Luego, el autor comienza su reseña de una manera particular: nos expone
sus conocimientos sobre el contenido de una parte de la obra que, en este caso,
gira en torno al barrio de Boedo.
El análisis está dividido en las diferentes partes que
componen al libro en su totalidad, es decir, los diferentes cuentos de Casas
contenidos en él, de los cuales comenta un breve resumen y una acotada
interpretación. Barella sigue el mismo orden que el autor ha elegido para
posicionar sus cuentos.
El relato de este autor, a diferencia del de Pardo, es un
poco menos apegado a la personalidad del escritor de la obra: nos está hablando
de este libro de Casas en particular, y no se despliega tanto sobre el mismo
Casas u otras obras suyas.
El final de la reseña nos da a entender que es de su agrado
y que esta reseña es positiva, ya que explaya: "una crónica urbana, novela
familiar-barrial, literatura atravesada por una época oscura que logra
trascender con el brillo de la lengua".
Sobre "La reseña como género discursivo" de Daniel Link.
Link nos relata una breve historia sobre la crítica como
genero discursivo desde sus inicios como tal a comienzos del siglo XVIII. Nos
cuenta cómo la reseña se fue convirtiendo en un objeto de intercambio y el
compromiso que supone firmarla.
El autor explica qué incluye una reseña: datos completos de
edición, características del libro (argumento, tipo de escritura, estética de
la que se desprende) y presentación del autor.
También habla de cómo el crítico evalúa el libro en su conjunto: los aspectos industriales de la mercancía (encuadernación, impresión, tipo y calidad de papel, por ejemplo). Además, también nos cuenta cómo el crítico evalúa los aspectos "intelectuales" del libro. Finalmente, Link habla de cómo se evalúa el hecho mismo de la circulación de esa mercancía: el sentido del texto en el sistema literario al que se integra, su productividad, su necesidad, su prescindencia. Esto último funcionaría como apelación directa al lector, es decir, estos son los motivos por los que el autor debería o no comprarlo.
Sobre las luminosas lecturas críticas de Pablo Sicardi, de Graciela Speranza.
Se trata de una crítica a una crítica, entiendo, porque Graciela Speranza realiza una lectura sobre las críticas del autor Pablo Sicardi.
Speranza habla de Sicardi como si él fuera un "Mesías de la crítica" que ha aparecido para salvar al lector de las cuestiones engañosas en las críticas, en las cuestiones relacionadas a la mercadotécnica y la venta. La autora endiosa y adula al crítico por sus amplios conocimientos en la materia, por sus trabajos, su amplio espectro de lectura y también su amplio espectro de crítica, ya que no solo se encarga de criticar la literatura sino además, el cine y el arte contemporáneo.
Dice Speranza que "saber y gusto son indispensables en el ejercicio solvente del género", y entiendo que esto se ve reflejado en lo que ella habla sobre Sicardi: parece ser que se trata de un crítico con mucha información sobre lo que critica y mucho gusto por ello.
Este análisis finaliza con palabras que, a mi parecer, resumen la totalidad de la reseña que hace Speranza sobre Sicardi: "...artículo a artículo, Sicardi intenta leer más despojado de prejuicios y mejor. Sólo cabe esperar, entonces, que no se desanime y haga escuela. Y algo más. Nadie le pide que pierda tiempo con el furor antológico del marketing juvenil ni que se inmole en el “compre nacional”, pero bien podría leer un poco más a los compatriotas de su edad. Y todavía algo más. Algunos artículos ganarían en fluidez con menos profusión de citas. Aunque pensándolo bien, entre tanta medianía y narcisismo, cómo no perdonarle que copie abundantemente, cual enamorado rendido, esa voz que lo cautiva.". La autora no sólo está reseñando su labor, sino que también nos habla de lo que le gustaría o esperaría que este crítico haga después: que no se pierda en la "parte marketinera" de la literatura juvenil, pero que se acerque a los compatriotas de su edad.
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