lunes, 26 de octubre de 2020

Reseña y más reseña (Notas de lectura sobre la reseña, 2)

Consigna: leer y hacer un comentario/nota de lectura, en donde subrayen qué procedimientos o recursos que les pueden ser más útiles para escribir las reseñas, acerca de: 

-Sobre "Manual para mujeres de la limpieza", de Lucia Berlín, por Martín Caamaño.

-Sobre "Realidad", de Sergio Bizzio, por Patricia Somoza.

-“Críticos de cine”, Javier Porta Fouz (fragmento)

-“¿Buenas críticas es igual a buenos libros?” (fragmentos)

- “Tribulaciones de un comentarista de libros”, Luis Fernando Afanador (fragmentos)

Sobre "Manual para mujeres de limpieza" de Lucía Berlín, por Martín Caamaño

Caamaño comienza la reseña haciendo una comparación de la obra de esta autora con "viejos tesoros ignorados": esto sirve para hacer entender que se trata de una autora que, a su parecer, tiene una interesante propuesta y, además, nos habla un poco de lo ignorada o pasada por alto que es la obra de Berlín. Caamaño nos está introduciendo a una autora que da por aludido que probablemente no conozcamos y, en consecuencia, está decidido a explicarnos por qué deberíamos conocerla y qué es lo interesante que tiene para ofrecernos. Nos cuenta un poco de ella y de su vida, para que la conozcamos mejor.

Muy brevemente, Caamaño nos introduce algunas de las obras que podemos encontrar en esta antología de Berlín, sin contarnos demasiado pero dejándonos con ganas de saber más sobre esta atrapante autora aparentemente desconocida y atemporal.

Nombra algunas características del modo de narración de Berlín, como su uso del material autobiográfico y la naturalidad con que acopla a sus ficciones la propia experiencia. Esto último lo comenta porque, en sus obras, la escritora retrata situaciones similares a las acontecidas en su vida.

Caamaño se encarga de dejar en claro su punto: "...Si no viviéramos en un mundo tan machista, una escritora como ella podría haber marcado el rumbo, configurado un canon."

Sobre "Realidad" de Sergio Bizzio, por Patricia Somoza

Patricia Somoza comienza su reseña con un título que nos indica el "punto fuerte" que encontró en la obra de Bizzio: el mundo de la televisión, la comunicación, los 'reality shows'. Es este último mundo, el de los programas que retratan una supuesta realidad, el que le da nombre a la obra de Bizzio. 

La historia gira en torno a un reality show del tipo Gran Hermano en el que irrumpe un grupo terrorista y toma como rehenes a los participantes. 

Aunque no rebela con exactitud lo que acontece durante la historia, Somoza nos cuenta -más o menos- cómo continúa la toma de rehenes, qué exigen los terroristas y cómo se desenvuelven en la casa. Y, aunque esto puede servir cómo 'promoción' del contenido de la obra, a mi parecer es un-poco-demasiada información para una reseña, y preferiría que fuera más acotada (por ejemplo, que solo contara que en un reality show se da una toma de rehenes). 

Somoza resalta la capacidad del escritor para darle tanta profundidad y trasfondo a un tema tan superficial, plano y de puras apariencias como es el de la televisión (y, específicamente, el de la telerrealidad). 

"Críticos de cine" de Javier Porta Fouz (fragmento)

Porta Fouz nos da una introducción a qué es y qué hace, en palabras sencillas, un crítico de cine. Se desenvuelve con un modo de narrar informal, concreto y amigable con el lector inexperto. Lo primero que hace es desmentir un mito urbano que todos hemos escuchado alguna vez: los críticos de cine son cineastas frustrados. Además, y para hacerlo más entendible, lo relaciona con otras profesiones que han sido bastardeadas de manera similar.

Luego, nos da la opinión de un famoso y respetado escritor como lo es Oscar Wilde, quien defendía y elogiaba a los críticos.

Posiciona a la crítica como una actividad de está compuesta por cuatro elementos:

1) Investigación.

2) Análisis.

3) Interpretación.

4) Evaluación.

Sin embargo, y aunque dice que estos elementos son condición necesaria para realizar una crítica, también dice que no son suficiente: el quinto elemento es la escritura. Dice que la crítica trabaja con palabras, que ellas son sus materiales. La crítica implica poner en palabras para transmitir con claridad un mensaje.

Habla de cómo se le ha restado (y se le sigue restando) a cierta importancia el trabajo de los críticos, ya que los mismos espectadores buscan de ellos algo tan banal como saber si alguna película es o no "pochoclera" y demás opiniones que poco tienen que ver con lo que originalmente es el trabajo de un crítico: "...El crítico como un vigilante que ordena el tránsito cinematográfico. El crítico que prescribe películas en una receta (con un texto-receta-fórmula). Espectadores que no se arriesgan, críticos que tampoco. Todos nos adormecemos."

"¿Buenas críticas es igual a buenos libros?" (fragmento)

Nos encontramos con una variedad de autores que nos cuentan su opinión sobre los críticos literarios. En primer lugar está Daniel Gigena, quien relativiza la idea de que existan "buenos" o "malos" libros. A los críticos les da el lugar de lectores que están entrenados para poner en palabras los sentidos creados por una lectura. 

A continuación se nos presenta Mónica López Ocón, que nos propone ponernos de acuerdo sobre lo que es un "buen libro": básicamente, un buen libro lo será en relación a subjetividades acordes a la época y contexto de quién los lea. Esto puede, en parte, relacionarse con la reseña de "Manual para mujeres de limpieza" escrita por Martín Caamaño que bien nos cuenta como la mirada machista de la época contemporánea a la autora fue lo que la sepultó y no la dejó catapultarse debidamente. López Ocón nos dice que las críticas no deben ser tomadas como incuestionables, ya que sólo son una lectura posible.

Fermín Rodríguez nos habla de la lucha que hay entre los críticos por imponer una lectura, por el poder de interpretar y juzgar un libro y decir qué es literatura y qué no lo es. Señala que no sólo hay libros bien o mal escritos, sino también críticas bien o mal escritas según los criterios que pertenecen al género de la reseña literaria. Dice que "...Una buena crítica instala una incomodidad entre aquellas verdades que se imponen como absolutas...".

Eugenia Zicavo, por su parte, caracteriza a la crítica como una actividad arbitraria, que es resultado del conocimiento del crítico pero también de sus gustos: es una actividad ideológica. Explica que hay dos tipos de críticas en función de los críticos que leen las obras que comentan: las muy buenas y las muy malas. Detrás de una crítica negativa hay un trabajo de lectura y análisis de la obra criticada, pero detrás de una crítica positiva puede haber falta de lectura o compromiso por parte del crítico: no se puede hablar mal de un libro sin haberlo leído. 

Silvia Hopenhayn es concisa respecto a su opinión sobre una buena crítica: debe ser una verdadera recreación del texto original, una inmersión en la obra de la que se extrae algún tesoro. 

Finalmente, Elsa Drucaroff caracteriza a la crítica honesta como una crítica que leyó el libro, ya que se publican muchas críticas sin haber leído previamente la obra. Una crítica honesta quiere brindarle un servicio al lector, y pone al libro criticado en el centro de la cuestión (no se exhibe a sí misma). Una crítica honesta trabaja inductivamente y se abre a lo que el libro propone (no lee buscando errores que se puedan criticar). 

“Tribulaciones de un comentarista de libros”, de Luis Fernando Afanador (fragmentos)

En primer lugar, Afanador plantea que el libro que se quiera reseñar debe ser elegido por puro azar, de la misma forma en que operan los lectores. "...La clave para encontrar un gran libro desconocido es igual al encuentro con otros seres humanos: un perfume, una cara, un gesto...". Considera que sólo vale la pena hablar de libros que a uno lo hayan conmovido, que fueron escritos para perdurar en el tiempo. En otras palabras, solo vale la pena hablar de libros sobresalientes. 

Para escribir la reseña, se lo debe hacer con claridad y lucidez. Al reseñador lo caracteriza como un híbrido mitad crítico y mitad divulgador, un lector bien informado. Para él, cada reseñador, con su trabajo, define qué quiere ser. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario