martes, 23 de junio de 2020

Grandes narradores argentinos

Consigna: observen y anoten en el Diario cuáles son para ustedes las virtudes como narradores de los dos (Lavand y Dolina): cómo te enganchan, de qué manera trabajan la palabra, la pausa, el silencio, los cambios de tono, el humor, el dramatismo, la relación con el público.

1. René Lavand

En este primer video, me encontré atrapada por la combinación de recursos utilizados por el narrador: Lavand no sólo utiliza su voz para contarnos una anécdota, o recitarnos una poesía, sino que también la acompaña por sus “juegos” de ilusión y una música que genera suspenso y sosiego. La unión entre estos tres factores nos da como resultado una experiencia de suspenso y atractivo, pero sin ser necesariamente “tensa” o excesivamente dramática para el espectador.
La ilusión que nos presenta el artista es sencilla y sin ningún elemento sorprendente: sólo tres migajas y un pequeño recipiente. Con tan pocos objetos, Lavand logra abstraernos de lo que nos rodea y compenetrarnos solamente en sus manos y su voz.
La narración es pausada, tranquila, no escatima en el uso de sinónimos para referirse a la experiencia que se está realizando. Sólo genera pausas largas cuando va a cambiar de historia o relato, por lo que se los diferencia claramente. 
Es un acto de ilusión que está siendo televisado, pero se noté que Lavand está teniendo una amena conversación con los presentes en el estudio. Hay una sensación de cercanía entre él y sus espectadores.
Lavand vincula su acto con los sentidos: habla de lo que él llama “los ojos del alma”, y como es posible disfrutar del acto sin necesariamente verlo: esto es, a través de su narración y su ambientación musical. 

2. Alejandro Dolina

En este video, a diferencia del primero, al narrador no lo podemos observar, ni tampoco hay otro sonido más allá de su voz. 
En todo momento lo sentí personal, íntimo: como si se tratara de una charla con un conocido. La elección de palabras de “uso diario” y no muy rebuscadas o complejas logra una sensación de naturalidad y cotidianidad. Dolina logra generar un ambiente de cercanía, calidez e intimidad mediante la elección de palabras, la utilización de ejemplos y porqué en todo momento está dirigiéndose a sus oyentes, mediante aclaraciones, comentarios y reflexiones. También hace participar a quiénes se encuentran junto a él en el que, supongo, es un estudio de radio.
Por momentos es un relato chistoso, por otros se vuelve más bien histórico, pero en todo momento sostiene la utilización de un lenguaje simple y de expresiones argentinas de público conocimiento para nosotros.
También realiza cambios en su voz en varias ocasiones, con el fin de volver más creíble la historia. 

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